Abro los ojos y ruedo por la cama.
Una mañana fría y oscura de octubre en Londres.
Hoy es un nuevo día, una nueva vida.
Una vida que empieza sin él.
Aprieto los ojos fuertemente y me los friego. No voy a
llorar más, simplemente, no voy a llorar más por él.
Una pequeña sonrisa aparece en mi cara al recordar las
palabras que Zayn me dijo anoche, cuando me acompañó a casa y se tumbó conmigo
hasta que me dormí.
‘’-Voy a hacer lo que sea necesario, para que le olvides. Yo
te voy a ayudar, ¿vale? Te voy a ayudar, cielo.
-Zayn… Es imposible, no puedo olvidarlo.
Él se giró y se puso encima mía, sonriendo, empezó a hacerme
cosquillas.
-Retira eso, si no quieres que siga haciéndote cosquillas.
Yo, simplemente, reía como una loca.
-Zayn, es la verdad.
Y volvió a hacerme cosquillas.
-Cada vez que digas que no puedes olvidarle, te voy a matar
a cosquillas.
Yo sonreí.
-¿Y si consigo no decirlo más?
-Te comeré a besos.’’
‘’Te comeré a besos’’
¿Y si eso es lo que necesito?
¿Alguien que me entretenga, qué me haga dejar de pensar en
él?
Sin duda, Zayn es el único que puede ayudarme en esto.
Me levanto de la cama y voy corriendo a la habitación de mi
hermano.
-¡Louiiiiiiiiiiiiiiiiiiis!-Grito
Él se da la vuelta por la cama.
-Buenos días William.
Me tiro encima de él y empiezo a hacerle cosquillas.
-Para, para, para por favor-Dice riendo- ¡Para!
Los dos nos echamos a reír.
Y, después de un rato en silencio Louis se levanta, mirando
hacia un punto fijo.
-Cath y yo hemos roto-Dice- Para siempre.
No sé porqué, lo venía venir, sabía que, tarde o temprano,
lo iban a hacer.
-¿Por…por qué?
-¿No lo sabes tú?
Yo niego.
-Desde lo de Olivia no hemos hablado casi.
Mi hermano se vuelve a tumbar en la cama, mirando al techo.
-Se van de la ciudad, lo saben desde hará cosa de dos
semanas, pero no sé porque no han dicho nada.
¿Cómo que se van?
-Me da un poco igual, la verdad. Ya ni son mis amigas ni son
nada.
Louis me mira negando con la cabeza.
-No digas eso, sabes que no es cierto.
-Sí es cierto, Louis. La única amiga verdadera que tengo
ahora es… ella es Christine.
Louis sonríe.
-Ella es genial.
-Tommo, parece que ninguno de los dos está en su mejor
momento.
Louis rie.
-Eso creo.
-Bueno, pues ya estoy aquí.
Salgo del avión y voy a por mis maletas, sonrío.
Mi tierra, mi gente.
Pero sin ella.
Vamos Harry, tienes que olvidarla, has venido aquí para eso,
¿no? Debes conseguirlo.
Tú y ella, ella tiene que olvidarte, por el bien de ambos.
-¿Harry?
Me giro y busco a mi madre por el aeropuerto, no.
Ni rastro de ella, idiota. ¿Cómo va a venir, si ni siquiera
sabe que he vuelto?
Río solo y sigo con mi camino hacia mis maletas.
¿Entonces quién me ha llamado?
-¡Harry!
Me giro y vuelvo a mirar.
-¿Qué haces aquí?
Oh, ella… La prima de Olivia.
-¿Jade?
-La misma, ¿no estabas en Londres?
Yo asiento.
-Tú lo has dicho… Estaba, pero ya no.
Ella frunce el ceño.
Y ahora viene su típico interrogatorio, maldita entrometida,
hasta que no me saque todo lo que pueda no me dejará en paz.
-¿Y qué te ha hecho volver? Debe ser algo fuerte… Las ganas
que tenías de ir allí…
Cojo mis maletas y sigo andando, ahora, hacia fuera, en
busca de un Taxi.
-Bueno, cosas personales.
Ella, que se había quedado un poco atrás da unos pasos más
rápidos, no mucho, ya que sus tacones no le dejan hacer más, y me alcanza.
-¿Mal de amores?
-Algo así.
Salimos a la calle y, ella con sus maletas y yo con las mías
buscamos un taxi en el que subir.
-¿Alguna londinense que te ha roto el corazón? ¿Al duro
Styles?
-Así es.
Un taxi para delante de nosotros, y, abriendo la puerta
entro.
-Espera, voy contigo.
Jade se sube y se sienta conmigo, maletas ya en el maletero.
¿Esta chica no me va a dejar tranquilo?
(…)
Después de un viaje de poco más de una hora hasta mi casa,
que se ha hecho eterna por culpa de Jade, bajo del taxi y cojo mis llaves.
¿Qué le voy a decir a mi madre?
‘’Mamá, he vuelto porque necesito olvidarme de todo’’
No, eso no se lo puedo decir.
Abro la puerta y entro en casa.
-¿Gemma?
Mi madre está en la cocina.
Dejo las maletas en el hall y entro en la cocina.
Ahí está, preparando un bizcocho, de esos suyos que tanto me
gustan.
-Creo que no, mamá. No soy Gemma.
Mi madre se gira y abre la boca, mucho.
-¿Harry?
Yo sonrío.
-¿No me vas a abrazar mamá?
Ella sale corriendo y viene a mí, estrechándome entre sus
brazos, como nunca antes lo había hecho.
-Hijo… ¿Qué haces aquí?
-¿No me quieres aquí?
Salimos de la cocina, y se queda mirando mis maletas.
-¿Y tantas maletas?
Yo suspiro.
-Me vuelvo, mamá. -Suspiro de nuevo- Me vuelvo para siempre.
Me visto y salgo corriendo de casa, hoy es uno de esos días,
que aquí en Londres solo necesitas un amigo, chocolate caliente y una manta, ya
que el frio no es normal.
Meto mis manos en los bolsillos y empiezo a caminar hacia
casa de Zayn.
Son las once de la mañana, así que Zayn debe de seguir
durmiendo.
Llego y llamo al timbre.
-Querida-Dice su abuela.
-Buenos días, Ruth-Sonrío y le doy un beso.
-Pasa, mujer, te estarás congelando.
Entro a casa y dejo mi abrigo en el perchero.
-Ve y despierta a Zayn, él aún duerme.
-Está bien, ahora subo, gracias.
Ella sonríe y entra en la cocina.
-¿Te quedas a comer? Voy a hacer guisado y una tarta de
chocolate.
Yo bajo las escaleras y me asomo a la cocina.
-Si me dices eso no te podré decir que no, pero no creo que
me quede gracias de todos modos.
Subo las escaleras y entro en la habitación, en efecto, la
marmota de Zayn sigue durmiendo.
-¡Zayn!
Doy un salto y me subo encima suya.
-Zayn, Zayn… -Sigo llamándolo.
-Cinco minutos más…
Me acerco a él y le doy un sonoro beso en la mejilla.
-¿Te quieres despertar, dormilón?
Zayn abre un poco los ojos y me mira.
-¿Qué haces tú aquí?
-Darte los buenos días… Y… Digamos que necesito que me hagas
un favor.
Después de que mi hermana saliera de casa voy yo a
cambiarme, y, después de hacerme el pelo, y demás, salgo de casa camino a un
Starbucks o algo parecido dónde ir a tomar un batido.
Al salir de casa, siento el frío chocar con mi piel, y, como
por instinto me abrocho la chaqueta.
Después de unos 15 minutos largos andando, llego a un
Milkshake city, y, ya que no me apetece andar más, entro a tomarme el batido
ahí.
-Buenos días-Me dice la chica de la caja.
-Hola-Digo, levanto mi vista y me quedo mirándola- Buenos
días preciosa.
Ella sonríe.
-¿Qué te pongo?
-Uh… Un batido de… Chocolate, sí, eso.
Ella teclea algo en el ordenador y me mira.
-¿Algo más?
Asiento.
-Sí, una cookie, por favor.
-Está bien, ¿me dices tu nombre?
Yo sonrío.
-Jennifer-Digo convencido, la chica intenta no reír- Lo
siento, Louis, Louis Tomlinson.
Ella frunce el ceño.
-¿Eres el hermano de Claudinne?
Asiento.
-¿La conoces?
-Sí… Bueno, nos hemos juntado alguna que otra vez en
fiestas, pero poco más.
-¿Cómo te llamas tú?
Ella coge mi batido y me lo da.
-Julie, Julie Devine.
-¿Devine?
Ella asiente.
-Sí, toma tu galleta.
-Tenía un compañero en el colegio que se apellidaba así…
-¿En serio?
Yo asiento.
Jo, es una chica guapa, con pelo moreno, color chocolate y
ojos verdes, sonrisa blanca y, sobre todo, un buen humor, por lo que veo.
-¿Cuántos años tienes?
La chica rie.
-¿Estás intentando coquetear conmigo? Soy pequeña para ti…
Yo rio incomodo.
-No, es solo que me pareces joven…
-Tengo 17 años, pero cumpliré 18 en poco.
-Entonces no eres tan joven para mí…
Ella vuelve a fruncir el ceño, haciendo una cara que, para
ser honestos, me hace gracia.
-¿Te apetece salir esta noche a dar una vuelta? Ya sabes… Mi
hermana últimamente no anda muy allá, la fiesta le irá bien.
-Está bien, nos vemos esta noche.
-¿Te soy mi número?
Ella niega.
-No te lo voy a dar-Dice- No tan temprano, sé dónde vives, a
las diez estaré allí.